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HIDROCARBUROS

PDVSA suspende los envíos de petróleo por deuda a Europa e intenta intercambiar productos.

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PDVSA ha suspendido los nuevos envíos de crudo a Europa en el marco de un acuerdo de petróleo por deuda y ha pedido a la italiana Eni y a la española Repsol que le proporcionen combustible a cambio de futuros cargamentos.

La petrolera venezolana PDVSA ya no está interesada en los acuerdos de petróleo por deuda que el Departamento de Estado de EE.UU. autorizó en mayo, lo que permitió a la empresa estatal reanudar los envíos a Europa después de una suspensión de dos años causada por las sanciones estadounidenses.

El petróleo enviado a refinerías europeas, particularmente a España, ha ayudado a la región a reducir sus compras de petróleo ruso. Pero los términos del acuerdo no han proporcionado el efectivo ni el combustible que necesita PDVSA, cuyas propias refinerías enfrentan problemas para producir suficiente gasolina y diésel luego de años de desinversión y escaso mantenimiento.

Washington autorizó los envíos siempre y cuando los ingresos de los cargamentos se utilizaran para pagar la deuda acumulada de PDVSA con las empresas conjuntas con Eni y Repsol.

«PDVSA quiere volver a los canjes de petróleo, y eso no es posible todavía», dijo una persona involucrada en los cargamentos previamente entregados a Europa. «Hay cero interés en los acuerdos de petróleo por deuda».

PDVSA busca combustible a cambio de crudo

Según los calendarios de embarque de PDVSA, no hay ventanas de carga asignadas a Eni o Repsol para cargamentos con destino a Europa en agosto, a pesar de que las existencias de crudo diluido (DCO) en el puerto de José aumentaron a casi 5 millones de barriles hasta el 8 de agosto.

PDVSA quiere obtener combustible a cambio de su crudo, al tiempo que utiliza una parte del valor de los cargamentos para compensar miles de millones de dólares en deudas con socios de empresas conjuntas como Chevron, Eni y Repsol, según las fuentes.

La reestructuración del acuerdo podría ayudar a la empresa venezolana a reanimar sus operaciones de petróleo extrapesado de la Faja del Orinoco, que necesitan diluyentes importados como la nafta pesada, y aliviar el déficit de combustible en el país sudamericano.

Desde el año pasado, PDVSA ha dependido principalmente de diluyentes iraníes para convertir su crudo extrapesado en grados exportables.

Desde junio, Eni recibió un total de 3,6 millones de barriles de crudo diluido venezolano, según los documentos de PDVSA y los datos de seguimiento de los buques cisterna. La mayor parte de ese volumen fue entregado posteriormente por Eni a Repsol, que tiene una mayor capacidad para refinar los grados de crudo agrio pesado del país sudamericano.

El CEO de Repsol, Josu Jon Imaz, dijo a finales de julio que el regreso de los cargamentos procedentes de Venezuela era una «buena noticia» para sus refinerías, ya que la calidad de esos crudos encaja perfectamente con su sistema de refinado.

La reanudación de los envíos de petróleo a Europa ayudó a PDVSA a que aumentara las ventas en junio y julio, con exportaciones globales que alcanzaron los 545.000 barriles por día (bpd) en el período de 60 días, según los documentos y el seguimiento de los buques.

Los problemas operativos compensaron posteriormente el aumento de las exportaciones. Pero PDVSA planea reiniciar un tercer mejorador de crudo pesado, en la empresa conjunta Petromonagas, que aumentaría la producción de crudo y la capacidad de exportación.

El mes pasado, reanudó las operaciones en una estación de mezcla de petróleo y dos mejoradores que habían sido afectados por cortes de energía y gas.

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