EXPLORACIÓN y EXPLOTACIÓN
¿Cómo se originó «La puerta del Infierno» que el Presidente de Turkmenistán ordena extinguir? Informe y video 4k.
El cráter de Darvaza, en el desierto de Karakum, Turkmenistán lleva más de medio siglo encendida y las autoridades del país convocan a expertos para apagarlo. Un desafío para la ingeniería. No te pierdas el video 4k con un drone.
El presidente de Turkmenistán, Gurbanguli Berdimuhamedov, dio la orden de extinguir el fuego de la conocida como “Puerta al infierno”, un pozo de gas que lleva ardiendo más de 40 años de manera ininterrumpida.
El mandatario destacó durante un Consejo de Ministros que en este cráter de Darvaza se ha consumido una gran cantidad de gas, lo que ha tenido consecuencias adversas para el medio ambiente y para la población de la región, según informó la televisión pública turkmena y recoge el portal de noticias TurkmenPortal.
Además, esta combustión supone el gasto de gas natural del que se podrían obtener recursos para la prosperidad de la nación, destacó Berdimuhamedov.
“Estamos creando y vamos a seguir creando todas las condiciones necesarias para el desarrollo de las colosales reservas de recursos de hidrocarburos de nuestra patria neutral e independiente en interés de sus gentes originarias”, afirmó Berdimuhamedov.
Así, el vice primer ministro turkmeno, Shahim Abdrahmanov, responsable de la industria energética, ordenó convocar a científicos y, si fuera necesario, a especialistas extranjeros, para apagar las llamas, que en las últimas décadas se habían convertido en una atracción turística.
El pozo se encuentra en mitad del desierto de Karakum, a unos 260 kilómetros al norte de la ciudad de Ashgabat y tiene unos 60 metros de diámetro y 20 de profundidad. En 2010 las autoridades ya se plantearon apagar el cráter, pero finalmente desistieron.
En 1971, los geólogos soviéticos hallaron una bolsa de gas natural y se inició una operación de extracción, pero se hundió lo que es hoy el cráter y se liberó el gas. Para evitar el envenenamiento de la fauna y de la población de la zona. Se decidió prender el fuego con la idea de que las llamas se extinguieran por sí mismas.
Otro “accidente” de la era soviética: cómo se creó la Puerta del Infierno
Aunque es considerada una maravilla de la naturaleza, la “Puerta al Infierno” se creó tras un accidente en 1971, durante unas obras de prospección de gas hechas en la era soviética.
En la exploración, los expertos se toparon con una cueva subterránea llena de gas natural y para evitar que el cráter ocasionara el escape de varios gases naturales peligrosos, los geólogos optaron por prender fuego con la esperanza de que se extinguiría tarde o temprano.
El resultado fue un cráter de 70 metros de ancho y 20 de profundidad que 50 años después sigue ardiendo. En 2018, el presidente le puso oficialmente el nombre “Resplandor de Karakum”.
Volvamos a 1971. A lo largo de este año, que cambiaría la historia de la región para siempre, un grupo de geólogos ruso realizó una serie de explosiones controladas en el desierto de Karakum con el objetivo de encontrar campos petrolíferos. A pesar de no dar con ellos, sí que descubrieron grandes cantidades de hidrocarburo, por lo que procedieron a extraerlo.
Los geólogos quemaron el cráter para evitar un mal mayor
Para ello decidieron hacer la prospección sobre un área cavernosa situada a unos 240 kilómetros de Asjabad, la capital del país. Una cueva natural, que contaba con un resquicio de gas natural, que acabaría cediendo como consecuencia de la perforación. Esto no solo dejó a los investigadores sin el tan ansiado hidrocarburo, sino que provocó un desmoronamiento del suelo que se llevó a todo el equipo a unos 30 metros de profundidad.
Por suerte, no hubo que lamentar heridos. Sin embargo, el cráter comenzó a expulsar grandes cantidades de gas natural, compuesto principalmente de metano y otros gases como alcanos y un pequeño porcentaje de dióxido de carbono, nitrógeno, ácido sulfhídrico y helio. En caso de que los distintos gases hubieran llegado hasta la atmósfera, podrían haber tenido un gran impacto tanto sobre las personas como sobre el entorno natural.
1.000 grados centígrados
Por esa misma razón, y dado que no querían convertir la zona en inhabitable, los ingenieros se decantaron por la opción más recurrente a la hora de controlar el gas que brota: prenderle fuego y quemarlo. Según su teoría, el fuego se extinguiría pasadas unas semanas cuando el yacimiento de gas se consumiera.
48 años más tarde, el cráter sigue encendido y es considerado el único rincón del planeta donde la temperatura puede alcanzar los 1000 grados centígrados. Desde entonces, este ha ido haciéndose más y más famoso hasta convertirse en una auténtica atracción turística. A pesar de su difícil acceso, cada vez son más las personas que se acercan a esta región para visitar la que más tarde sería conocida como puerta del infierno.
Lo cierto es que el «Resplandor de Karakum» presenta un desafío para la ingeniería que deberá encontrar la forma de encontrarle una solución concreta.
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