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EMPRESAS

Milei a lo Menem: Como en los años 90 fuerte ajuste de YPF, despidos masivos y privatización

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Roberto Dromi, ministro de Obras y Servicios Públicos, abre los sobres de postulantes por la privatización de YPF, en el marco de la Ley de Reforma del Estado (1989). En la foto se ven también el entonces director de YPF, José Estenssoro (izquierda), y el entonces Secretario de Energía, Julio César Aráoz.

En la entrevista con Eduardo Feinmann, ante la consulta acerca de qué ocurrirá con la petrolera estatal, Milei respondió: “Todo lo que pueda estar en las manos del sector privado, va a estar en las manos del sector privado”.

El presidente electo Javier Milei ratificó hoy su intención de avanzar con la privatización de varias empresas públicas durante su mandato. En una entrevista en Radio Mitre, el ganador del balotaje confirmó que serán privatizadas tanto YPF como la Televisión Pública, Radio Nacional y la agencia de noticias Télam.

En la entrevista con Eduardo Feinmann, ante la consulta acerca de qué ocurrirá con la petrolera estatal, Milei respondió: “Todo lo que pueda estar en las manos del sector privado, va a estar en las manos del sector privado”.

Y amplió: “A YPF primero la tienen que recomponer. Desde que Kicillof decidió estatizarla, el deterioro que han hecho de la empresa en términos de resultados para que valga menos que cuando se la expropió… Evidentemente lo que primero que hay que hacer es recomponerla”.

Sin embargo no puso plazos y precisó que “en la transición que estamos pensando en la cuestión energética, YPF y Enarsa tienen un rol. Mientras se racionalicen esas estructuras, se las pone a crear valor para que se las pueda vender de una manera muy beneficiosa para los argentinos”.

YPF fue privatizada en los 90 y nacionalizada en 2012 durante el gobierno de Cristina Kircher, con Axel Kicillof como ministro de Economía. A partir de esa operación, un grupo de inversores le hizo juicio a la Argentina y recientemente la justicia norteamericana determinó que la Argentina debe pagar US$ 16.000 millones como compensación a los demandantes.

En 2012, Kicillof le pagó a Repsol, entonces accionista principal de YPF US$ 5.000 millones por el 51% de las acciones de la firma, dejando al resto de los accionistas sin indemnización, lo que motivó la demanda. Hoy toda YPF está valorada en unos US$ 4.220 millones al tipo de cambio del contado con liqui.

Desde el arranque de la gestión de Alberto Fernández YPF está en manos de La Cámpora, con Pablo González como CEO. Y es una de las principales cajas de esta agrupación política, junto con Aerolíneas Argentinas, el Anses y el PAMI.

Aunque Milei no hizo mención al tema, una eventual privatización de YPF debe ser aprobada por el Congreso. La Libertad Avanza tiene una bancada de 39 diputados y 7 senadores y para conseguir privatizar YPF necesita el apoyo de otras fuerzas. Hasta ahora, los legisladores de Juntos por Cambio, indispensables para avanzar con ese proyecto, no se mostraron favorables a la venta de la compañía estatal.

Más privatizaciones

Además, el presidente electo confirmó lo que había deslizado en campaña, la privatización de los medios públicos: la TV Pública, Télam y Radio Nacional. Fue muy preciso en referencia a la TV Pública: “Nosotros consideramos que la TV Pública se ha convertido en un mecanismo de propaganda”, definió en la entrevista radial.

Y aseguró: “El 75% que se habló de nuestro espacio se hizo de manera negativa, con mentiras y abonando la campaña del miedo. No adhiero a esas practicas de tener un ministerio de propaganda».

Pequeña reseña histórica:

Con el descubrimiento del petróleo, en Comodoro Rivadavia el 13 de diciembre de 1907 surgirían dos temas polémicos de difícil solución: quién era su legítimo dueño y quién podía explotarlo.

Estas preguntas fueron respondidas a lo largo de la historia a favor del Estado o a favor de las empresas privadas. Desde que se creara la Dirección General de Yacimientos Petrolíferos Fiscales por decisión del Presidente Hipólito Yrigoyen, la Unión Cívica Radical, tuvo siempre una clara posición en defensa de su soberanía energética y de aquellos intereses vitales de la Nación como son los hidrocarburos.

Se consideró que se trataba de una cuestión de Estado donde no cabía admitir la injerencia de capitales extranjeros, que en el caso del petróleo y del gas, no tenían otro propósito que la extracción, sin importarles la realización de inversiones para maximizar los recursos del país, aunque las promesas siempre estuvieron en las propuestas que se hicieron.

Más allá de diferencias que pueden marcarse a partir de la gestión de Yrigoyen, consolidada por Alvear entre los años 1916 y 1930, los gobiernos de la Argentina, siempre tuvieron la concepción que los recursos naturales y la explotación de los hidrocarburos no podían estar en manos de operadores privados, ni el Estado asociarse con ellos a través de sociedades mixtas que contemplaran llevar adelante el manejo de los mismos.

Si bien desde Yrigoyen hasta el año 1989, hubo diferentes enfoques sobre la materia, como los contratos celebrados por Arturo Frondizi en 1958, en ningún caso se puso en duda que YPF además de ser una sociedad del Estado, era la empresa rectora que llevaba adelante la política oficial respecto a la explotación del petróleo.

Toda esa concepción soberana cambió radicalmente a partir del año 1989, aun cuando su origen se remonte a los gobiernos anticonstitucionales de Videla, Galtieri y Bignone quienes forzaron el endeudamiento catastrófico de la petrolera estatal. La modificación de la concepción significó la entrega de las áreas a empresas extranjeras, y las necesidades cada vez mayores de la importación de combustibles, y la baja de las reservas que teníamos.

El caso de Yacimientos Petrolíferos Fiscales constituye el más tremendo ejemplo de una política que, desde el más alto nivel del Gobierno, persigue el objetivo concreto de destruir la empresa.

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