CAMBIO CLIMÁTICO
Flaring en Vaca Muerta: cómo aprovechar el gas del venteo como combustible
Las nuevas tecnologías busca la licuefacción del gas seco con soluciones modulares, que permiten su utilización como combustible sin la necesidad de la instalación de un gasoducto a costos accesibles
El flaring es la quema de gas como producto asociado a la explotación de petróleo que no es separado ni reutilizado debido a que no es viable económicamente conectarlo a un ducto para su conexión a la red. La quema de gas es un desperdicio energético sumado a que atenta contra la salud de las personas que viven en contacto directo con estas antorchas y al medio ambiente.
Según la Agencia internacional de Energía, cada año se queman alrededor de 140 bcm de gas natural en todo el mundo. Esta es una fuente importante de emisiones de CO2. En 2022, el volumen de gas quemado en todo el mundo cayó alrededor de 5 mil millones de metros cúbicos (bcm) a 139 bcm (una reducción de alrededor del 3%). La quema generó emisiones anuales de gases de efecto invernadero (GEI) equivalentes a 500 Mt de CO2 en 2022.
Cómo muestra el siguiente gráfico del Banco Mundial de Desarrollo en su “Global Gas Flaring Reduction Partnership (GGFR)”; Rusia, Irak, Irán, Algeria, Venezuela, Estados Unidos, México, Libia, Nigeria y China lideran los 10 países con mayor flaring del mundo.
Actualmente en Argentina existen dos compañías que están trabajando en el aprovechamiento de este gas no utilizado, cómo la firma Galileo Technology que busca la licuefacción de este gas seco con soluciones modulares que permiten su utilización como combustible sin la necesidad de la instalación de un gasoducto a costos accesibles.
La otra compañía, Unblock Computing, mantiene dos proyectos en Vaca Muerta “Loma Jarillosa” y “Los Toldos”. Se centran a través de su asociación con la firma norteamericana Crusoe Energy Systems quiénes son dueños y pioneros en la tecnología que permite convertir, a través de la instalación de equipo modular, el gas en energía a través de generadores que se conectan a centrales de cómputo que pueden ser utilizadas para minar criptomonedas o para el entrenamiento de inteligencia artificial.
La puesta en marcha de los módulos de Unblock Computing, es de alrededor de 3 meses y medio, adaptando la distribución del sistema a las realidades del yacimiento.
Cabe destacar que los únicos dos países que están con proyectos de este tipo de tecnología son Estados Unidos y Argentina en Vaca Muerta; lo que genera una gran oportunidad de implementación en otros yacimientos de toda América Latina, reduciendo la emisión de gases de efecto invernadero y maximizando la generación de energía.
Además, le otorga un distintivo único a los combustibles asociados a esta técnica ya que reducen considerablemente su huella de carbono.