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PROYECTOS

La Legislatura fueguina habilitó la producción de salmones en aguas provinciales

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Ushuaia, 16 de diciembre de 2025 — En una decisión que redefine el horizonte productivo de la provincia, la Legislatura de Tierra del Fuego aprobó por mayoría un nuevo marco regulatorio que permite el desarrollo de la acuicultura, incluyendo la cría de salmones, en sus aguas marítimas y continentales. La ley, impulsada por el oficialismo y con el apoyo de varios bloques, mantiene la prohibición específica en el Canal Beagle pero abre la puerta a esta actividad en el resto del territorio acuático provincial, prometiendo la generación de miles de empleos.

Un Cambio Normativo con Alcance Territorial

La nueva legislación modifica el régimen vigente desde hace cuatro años y establece un mapa acuícola diferenciado:

  • Zona de Exclusión: Se mantiene de forma explícita la prohibición de la salmonicultura en el Canal Beagle, en el tramo que va desde la frontera con Chile hasta Cabo San Pío. Esta restricción responde a presiones históricas de sectores científicos, ambientales y sociales que alertan sobre la fragilidad de ese ecosistema.
  • Zona de Habilitación: Se autoriza el cultivo y producción de salmónidos y otras especies en todas las demás aguas de jurisdicción provincial, lo que incluye potencialmente zonas de la costa norte de la Isla Grande y aguas del Atlántico Sur.

La Promesa del Desarrollo Económico y el Disenso

El Ministerio de Producción y Ambiente de la provincia proyecta que esta actividad podría generar alrededor de 2.500 puestos de trabajo, presentándose como un pilar para la diversificación de la matriz productiva fueguina. La iniciativa logró un amplio acompañamiento legislativo, sumando votos de bloques como FORJA, PJ, La Libertad Avanza, Sumemos Tolhuin y Provincia Grande.

Sin embargo, el debate no estuvo exento de controversias. Durante la sesión, se expresaron posturas críticas que plantearon objeciones de tipo jurídico, político y, de forma destacada, ambiental. Estas advertencias, que no lograron frenar la aprobación, revelaron además diferencias internas dentro de algunos bloques, donde se registraron votos en disidencia.

Riesgos Ambientales: La Otra Cara de la Moneda

La habilitación de la salmonicultura en mar abierto, particularmente en la zona norte de la Isla Grande de Tierra del Fuego, activa alarmas por una serie de riesgos ambientales documentados a nivel global y en experiencias cercanas como Chile:

  • Contaminación y Eutrofización: Las jaulas concentran una gran cantidad de peces, cuyos excrementos y el alimento no consumido se depositan en el fondo marino. Esto puede generar zonas muertas (sin oxígeno) y alterar drásticamente los ecosistemas bentónicos.
  • Transmisión de Enfermedades y Parásitos: Las altas densidades de peces facilitan la rápida propagación de epidemias (como el virus ISA) y parásitos como el piojo de mar. Estos patógenos pueden escaparse de las jaulas e infectar a la fauna silvestre nativa, con efectos devastadores.
  • Especies Invasoras: El escape de salmones, que son una especie exótica y carnívora en el Atlántico Sur, representa una grave amenaza. Pueden competir o depredar sobre peces y crustáceos locales, alterando las cadenas tróficas.
  • Uso de Químicos y Fármacos: Para controlar enfermedades y parásitos, la industria suele emplear antibióticos y pesticidas. Su liberación al medio marino puede tener efectos tóxicos sobre otras formas de vida y contribuir a la resistencia antimicrobiana.

Entre la Promesa y la Precaución

Con esta ley, Tierra del Fuego ha elegido un camino de expansión productiva que busca capitalizar sus recursos hídricos. La promesa de empleo y desarrollo económico es poderosa en un contexto regional complejo.

No obstante, la experiencia internacional indica que el éxito de esta apuesta dependerá crítica y directamente de la capacidad de control, monitoreo científico y fiscalización estricta que la provincia sea capaz de implementar. El desafío será evitar que los conocidos impactos ambientales de la salmonicultura intensiva empañen su potencial económico y, lo que es aún más importante, proteger el patrimonio ecológico único de las aguas fueguinas para las generaciones futuras. El debate, sin duda, continuará fuera del recinto legislativo.

¿Qué te parece esta decisión? ¿Crees que los beneficios económicos justifican los riesgos ambientales potenciales, o que la provincia debería haber sido más cautelosa?

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