GAS & PETROLEO
Planifican nuevos gasoductos por u$s 3.470 millones hasta 2023.
Con la introducción de nuevas partidas en el Presupuesto del año próximo e inversiones privadas, se ampliará el gas natural en la matriz energética nacional. La etapa 1 del proyecto Néstor Kirchner está en marcha y al final permitirá sustituir importaciones y exportar a países limítrofes.
En la actualidad, la matriz energética argentina continúa teniendo una gran dependencia de los combustibles fósiles (el gas ocupa más del 60%), si bien cada año se incorpora más infraestructura hidro y se amplían los parques de energía eólica y solar.
Sólo en el yacimiento neuquino de Vaca Muerta hay suficientes reservas probadas para abastecer la demanda interno, ampliar su provisión a nuevos usuarios y exportar excedentes por décadas. Pero falta capacidad de transporte desde los centros de producción a los de consumo.
Cuando se reunió con el presidente Alberto Fernández en Casa Rosada a fines de noviembre, el secretario de Energía, Darío Martínez le informó que por el desarrollo del Plan Gas.Ar, la producción del fluido tuvo un crecimiento de tal magnitud que la capacidad de transporte puede saturar los gasoductos actuales.
También hay gran disponibilidad de gas en el Golfo de San Jorge y en la cuenca off shore Austral (que provee el 20% del total consumido en el país), que compensan la caída en la producción convencional en Santa Cruz y Tierra del Fuego, además de la merma en las cuencas Noroeste y de Bolivia.
Sin embargo, la ventana de oportunidad para la extracción en la llamada transición energética se va cerrando con el correr de los años. A diferencia de Europa que está virando del carbón al gas, la Argentina tiene una larga tradición de uso del fluido, mucho menos contaminante que el carbón pero igual con producción de GEI (gases de efecto invernadero).
Por lo tanto, para que el país y su comercio no sean penalizados en el futuro por la utilización de hidrocarburos, y dada su enorme disponibilidad, el momento de aprovechar el recurso disponible es ahora, y hasta que las energías renovables logren reemplazar su utilización.
Además de la limitante técnica que implica su extracción de gas por fracking, más compleja, costosa y con mayor impacto ambiental que la convencional, se necesitan enormes inversiones para una vez obtenido en gran volumen lograr incorporarlo a una red que hoy es insuficiente.
Los proyectos
El gasoducto Presidente Néstor Kirchner deberá encontrar opciones de fondeo durante su desarrollo para encarar la Etapa 2, más allá de la inversión pública inicial que ya está en marcha este año con la construcción de la Etapa 1.
Además, podría llegar hasta el límite sur de Brasil, aunque el país vecino deberá continuar las obras en su territorio hacia San Pablo y otras regiones si es que decide aprovechar el gas argentino disponible, como ya lo hizo público este año.
Por otro lado está en marcha la ampliación del Neuba II (US$85 millones), los tramos finales en Provincia de Buenos Aires (US$75 millones); la vinculación del gasoducto Mercedes/Cardales (US$132 millones), y la expansión de capacidad en 5 MMm3/d del gasoducto Centro-Oeste de TGN con dos loops de 30” y 20 km (US$160 millones).
También está prevista la reversión sur-norte del gasoducto Norte (US$249 millones en sus tres etapas), la ampliación de la capacidad de compresión del gasoducto del Noreste (US$90 millones) y su conexión con San Jerónimo (US$60 millones), y los loops de 30” por 26 km y un equipo de compresión de 30.000 HP en Aldea Brasilera, Entre Ríos (US$80 millones).
De ese total de US$3.471 millones, hay partidas presupuestarias en ejecución este año por US$183 millones, que surgieron de la ampliación del actual Presupuesto aprobada por el Parlamento en octubre, y otras previstas para 2022 de US$1.383 millones, de los que US$520 millones se financiarán con fondos de la Ley 27605 (Aporte Solidario y Extraordinario), a través del IEASA.
Según esas proyecciones, las obras tendrán un requerimiento de fondos adicionales a financiar por US$1.905 millones a lo largo de los próximos dos años, con fecha de terminación de obras a fines de 2023.