EXPLORACIÓN y EXPLOTACIÓN
Una investigación de la Facultad de Ingeniería ayudó a frenar la exploración de petróleo en el Mar Argentino.
Investigadores del Centro de Tecnologías Ambientales y Energía demostraron que existe un 99% de riesgo de derrames en las costas bonaerenses si avanza la exploración sísmica en busca de reservas de crudo y gas.
“En la audiencia pública en la que presentamos los resultados del estudio se evitó la exploración sísmica y la explotación de hidrocarburo en el Mar Argentino. Contribuir a frenar eso desde la Facultad de Ingeniería es el mejor aporte que podemos hacer y para eso tiene que servir la ciencia”, destaca la ingeniera Daniela Keesler, investigadora del Centro de Tecnologías Ambientales y Energía (cTAE) de la Facultad de Ingeniería de la UNICEN. El informe que la especialista elaboró junto con el Mag. Ing. Gabriel Blanco y la Ing. Eugenia Giuliodori advierte que la ocurrencia de uno o más derrames de petróleo frente a las costas argentinas sería de más del 99%.
Por su parte, Greenpeace Argentina hizo una simulación que demostró que en 11 días el crudo teñiría las aguas bonaerenses y uruguayas. La agrupación ambientalista concluyó que, según el tamaño de los derrames, no solo pueden verse afectadas las costas de la provincia de Buenos Aires sino también las costas uruguayas. Ambos argumentos tuvieron peso propio y contribuyeron a poner freno a la licitación para la exploración de hidrocarburos impulsada por el Gobierno nacional.
Sin dudas, la plataforma marítima continental argentina hoy está en riesgo por la explotación de gas natural y petróleo. “Se hace a partir de prospecciones sísmicas con el uso de explosivos. Este proceso afecta irremediablemente a la fauna del lugar, generando enfermedades y hasta la muerte de especies y migración de animales”, advierte la Ing. Giuliodori.
A ese escenario se le suman los derrames que surgen durante la operación de las plataformas. “Hay de diferentes tamaños y con distinto potencial de impacto en el hábitat y si se plantean los escenarios de producción proyectados van a existir derrames”, apunta la profesional.
Aunque en la actualidad las medidas de seguridad se han incrementado, las consecuencias pueden ser catastróficas. “Sin ir más lejos, mientras se celebraba la audiencia pública en julio de este año, hubo una fuga y explosión en una plataforma del Golfo de México”, gráfica con preocupación la investigadora.
En este estudio se tomaron “parámetros estadísticos de Estados Unidos y Brasil, escalándolo a los escenarios productivos de Argentina. Hay más del 99% de probabilidad de ocurrencia de uno o más derrames pequeños y esa probabilidad de ocurrencia en derrames grandes también es mayor al 99%”, observa Daniela Keesler.
“No sale en las noticias, pero todo el tiempo hay derrames no solo en plataformas offshore sino en transporte de petróleo por barcos, tuberías marítimas”, agrega.
Ante un derrame, por más rápido que se actúe para contener y subsanar, es imposible de remediar en su totalidad. “Siempre quedan consecuencias a largo plazo. Impactan en el ecosistema costero, en la vida marina y humana al afectar actividades económicas como la pesca y el turismo”, evalúa Keesler.
Evitar impactos y retrocesos
¿Cuál sería la opción frente a la avanzada de la industria petrolera y el peligro inminente que corren mares y costas? ¿Hoy Argentina debería estar en alerta? “Sí, como ciudadanos debemos manifestarnos en contra de la explotación y exploración como ocurrió en agosto pasado en la audiencia pública. Allí más de 400 personas se opusieron a la licitación para la exploración sísmica frente a las costas de Buenos Aires y el Gobierno frenó la licitación”, argumenta Daniela Keesler.
En el sur de la costa atlántica ya se viene haciendo exploración sísmica y muchos lugares se han visto impactados. “Pueblos que dependían de la pesca y vieron afectada la economía. Tenemos que estar alertas y no solo cuando ocurre frente a la Provincia de Buenos Aires, un lugar visible, sino cuando pasa en otras zonas de Argentina”, expone la profesional.
En síntesis, ambas profesionales coindicen en que debería frenarse la exploración offshore por el riesgo ambiental y humano, pero también porque “la Argentina tiene que mirar hacia el futuro y pensar en una transición energética en lugar de embarcarse en más proyectos de extracción de hidrocarburos que el mundo está dejando de usar. Avanzar hacia una exploración y explotación de hidrocarburos en el mar es ir hacia atrás”.
En Argentina hay explotación offshore pero no hay estadísticas de derrames en el Mar Argentino. Por eso, tomaron registros de otros países para obtener indicadores extrapolables a la realidad propia y “el estudio del cTAE fue un aporte en la audiencia para frenar la licitación, pero no es que solo eso fue determinante”, valora Keesler.
El aporte de la ciencia
El informe de la FIO se enmarcó dentro del Proyecto Pampa Azul que ofrece “tres escenarios de producción hidrocarburífera offshore y en base a eso, con estadísticas de Estados Unidos y Brasil, estimamos la probabilidad de ocurrencia de derrame en cada uno de esos escenarios. Tanto en la producción mínima como máxima la probabilidad de que ocurran uno o más derrames pequeños es demás del 99%”, argumentan las especialistas.
La investigación local reviste una “gran importancia para la Facultad y para el país, es un gran aporte el que pudimos hacer: Evitar la exploración sísmica y la explotación de hidrocarburo en el mar. Contribuir a frenar eso es el mejor aporte que podemos hacer y para eso tiene que servir la ciencia, para hacer aportes a la sociedad y con beneficios ambientales”, concluye con orgullo la Ing. Keesler.
Fuente: https://enlineanoticias.com.ar