EMPRESAS
El ENRE baraja alternativas en la negociación con Edesur
Mientras Alberto Fernández le pidió el viernes Edesur obras en el conurbano de Buenos Aires, desde el ENRE avanzan en la agenda con las grandes distribuidoras para negociar de dónde surgirán esos fondos.
El Presidente Alberto Fernández recibió el viernes en Olivos a la primera plana de Edesur en medio de la avanzada de un sector del oficialismo liderado por un grupo de intendentes del conurbano contra la empresa eléctrica.
La cita, según publica el periodista Nicolas Gandini en EconoJournal, se concretó a pedido de la distribuidora controlada por la italiana Enel, que quiere entender a dónde apunta la escalada contra la compañía. Del encuentro participó Federico Basualdo, interventor del Ente Regulador de la Electricidad (ENRE), que recomendó al Ejecutivo anular la Revisión Tarifaria Integral (RTI) realizada por el gobierno anterior.
El Presidente pidió el viernes a los directivos de Edesur un conjunto de obras en el conurbano para mejorar la calidad del servicio. Desde la empresa señalaron que para avanzar primero hay que retomar obras en varios municipios que quedaron pendientes del programa Más Cerca, del segundo gobierno de Cristina Kirchner.
La empresa advierte que el Estado nacional transfirió entre 2014 y 2015 unos $ 200 millones por mes a los intendentes los fondos comprometidos, pero los trabajos nunca se realizaron. El gobierno prometió estudiar el tema.
Basualdo continuará esta semana con la agenda de trabajo que mantiene con las empresas distribuidoras. Los privados pretenden conocer de primera mano cuál es la intención del gobierno.
En términos inmediatos, si el Ejecutivo avala la propuesta del ENRE de anular la RTI, las distribuidoras no podrían reclamar un monto cercano a los $ 7000 millones que equivale a calcular el ingreso teórico no percibido por cada empresa a raíz del congelamiento de las tarifas desde febrero de 2019 a la fecha.
Desde que se decretó la cuarentena, que generó merma de cobrabilidad de facturas residenciales, las distribuidoras empezaron a incrementar su deuda con Cammesa por la energía que toman del mercado eléctrico mayorista (MEM). Edenor y Edesur fueron administrando ese rojo de manera tal de quedar “empatados” con las acreencias pendientes por el congelamiento.
Antecedentes
La agenda por delante girará en torno a cómo llevar la gestión económica y operativa de las dos mayores distribuidoras del país mientras dure el congelamiento.
Durante el segundo gobierno de Fernández de Kirchner se apeló a distintas soluciones para paliar la situación. En mayo de 2013, se permitió a las distribuidoras compensar parte de la deuda con Cammesa por los ingresos no efectivizados por el congelamiento entre 2002 y 2012. Así, se evitó que Edenor y Edesur registraran un patrimonio neto negativo que los bajaría del Mercado de Valores.
En marzo de 2015, se autorizó al Tesoro a inyectar subsidios en las distribuidoras para cubrir gastos de mantenimiento y un programa de inversiones. Es que, supuestamente, la caja de las empresas estaba en rojo por casi 15 años de congelamiento tarifario.
A priori, el ENRE no quiere ninguna de esas dos vías y la decisión la tomará el Poder Ejecutivo.
Discusión de fondo
Además de anular la RTI, el organismo apunta a que las empresas desplieguen un plan de obras por unos $ 15.000 millones en los próximos seis meses. Se apunta a que la inversión esté a cargo de los accionistas de las empresas eléctricas, aunque se espera que para ello reclamarán aumentar tarifas.
El ENRE sabe que las empresas están “apretadas” como para solventar las inversiones. Y estudia tres alternativas: subsidios del Estado para obras en las redes; aumentos de tarifas; aporte de los accionistas de las distribuidoras.
Cuando llegó al poder el gobierno aspiraba a tener margen económico para revisar a la baja las tarifas de gas y electricidad, una de las promesas de campaña. Pero la continua suba del dólar licuó buena parte de los aumentos de Macri, lo que disminuye chances de estirar el congelamiento sin aporte de subsidios al sector eléctrico.
Fuente: EconoJournal