GAS & PETROLEO
Sigue la presión política de las petroleras: Ahora piden actualizar el precio del «barril criollo» luego del lock out energético
Ahora piden actualizar el precio del «barril criollo» luego del lock out energético
Parece que las presiones y desestabilización provocada durante las últimas semanas no fueron suficientes. Las subidas en los precios de combustible y las importaciones destinadas a las refinerías han contribuido a contener la crisis, pero aún persiste el desafío de resolver la brecha en los precios de producción, medida en dólares.
Después de que las estaciones de servicio registraron un aumento promedio del 8%, quedó claro que la crisis por el desabastecimiento de combustible no se debía a la escasez de recursos, sino que fue un punto crítico en las negociaciones de precios en todos los niveles de la cadena de valor, como www.bocadepozo.com.ar había anticipado. Este evento se denominó un Lock Out energético o «corrida energética».
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Las presiones políticas por parte de las energéticas que se reunieron con Flavia Royón en el ministerio de economía derivó en «correcciones en los precios del surtidor» y la extensión del congelamiento del impuesto al combustible líquido (ICL) anunciadas por Sergio Massa constituyen un avance significativo para aliviar las tensiones en el último eslabón de la cadena, específicamente en el segmento de comercialización conocido como mindstream, pero que desnudó el claro boicot en plena campaña electoral del Ministro de Economía y candidato a presidente el próximo 19 de noviembre.
Sin embargo, el próximo paso crucial implica negociaciones con importantes actores del sector, como Raizen (propiedad de Shell) y Trafigura (dueña de Puma), así como con empresas encargadas de la extracción del recurso, tales como Tecpetrol del grupo Techint, PAE (Pan American Energy de Blugheroni y Vista de Miguel Galuccio. Cabe mencionar que YPF, como empresa integrada, participa en todos los segmentos de la cadena de producción.
Actualmente la cotización internacional del barril -empujada por el conflicto en Medio Oriente– casi duplica el precio para el mercado interno conocido como «barril criollo» que fija YPF como el jugador más pesado del sector. No se trata de lo que técnicamente se define como precio regulado, porque no interviene directamente el gobierno nacional.
Javier Iguacel, ministro de Energía del gobierno de Macri, ideó el modelo en el cual YPF manda y el resto obedece. Se trata de controlar los precios sin necesidad de contar con regulaciones escritas.
Actualmente la cotización internacional del barril casi duplica el precio para el mercado interno conocido como «barril criollo» que fija YPF como el jugador mas pesado del sector.
Esto explica que las productoras de hidrocarburos prioricen la exportación al abastecimiento de las refinerías. Asimismo las refinerías se resisten a importar, cuando se quedan sin combustible a precio doméstico. Claramente se trata de maniobras propias de la actividad pero que el EStado debe regular y establecer como plan de acción frente a la posición dominante de las energéticas que ponen en jaque al gobierno.
Además, la Ley de Hidrocarburos prioriza el abastecimiento interno y habilita la exportación solo de cupos excedentes. Así es que el 80% de crudo que se produce en el país se comercializa internamente. El exsecretario de energía de Tierra del Fuego esgrimió este punto como parte de sus argumentos, según declaró a Sputnik Mundo:
«Las energéticas estan violando la Ley nacional de hidrocarburos 17.319 y normas complementarias que prioriza el mercado interno haciendo un lock out inaceptable al gobierno en época electoral especulando con retención indebida de producciones, paros de planta sincronizados con un llamativo silencio de la Ofephi que son las provincias productoras. Es claramente una maniobra política disfrazada de corrida energética»
Moisés solorza – Exsecretario de energía de Tierra del Fuego.
En medio de la crisis, la secretaria Flavia Royón instó a las refinadoras, Raizen Shell, Trafigura e YPF, a importar 10 buques de combustibles líquidos para procesarlos en sus plantas. En esa reunión, Royón intentó sin éxito convencer a las empresas que usen dólares propios para pagar esas importaciones. Sergio Massa liberó 80 millones de dólares a un precio unitario de $350, lo que se interpretó como una señal de debilidad en el sector de la energía.
Ahora, el cabo suelto en la negociación por los precios que subyace a la crisis de los combustibles, es la demanda de las productoras petroleras, que sigue abierta.
«Es lógico que cuando la cotización internacional se dispara, pidan precios internos con paridad de exportación; lo contradictorio es que cuando los valores caen brutalmente, no renuncien a las compensaciones», dijo el ex ministro de Planificación, Julio de Vido.
El petróleo y gas que extraen de Vaca Muerta tiene costo en pesos y quieren que les convalidemos valores dolarizados.
Desde la industria insisten con la distorsión de precios. «Estimamos un atraso en los precios del 40% respecto a los países limítrofes», le advirtieron a Royón en la reunión que los petroleros mantuvieron hace más de 15 días.
«El petróleo y gas que extraen de Vaca Muerta tiene costo en pesos y quieren que les convalidemos valores dolarizados», afirmó una fuente del oficialismo, que agregó «además, cuentan con un tipo de cambio diferencial, mas de un 20% encima de la cotización oficial, a partir del 30% de divisas de libre disponibilidad de sus exportaciones» que es lo que denunció Massa en tono amenazante durante los últimos días.
Si Sergio Massa finalmente es elegido presidente, enfrentará una dura competencia interna por parte de las compañías energéticas. Estas empresas no se conformarán con los beneficios fiscales y financieros que ya poseen, los cuales podrían aumentar debido a la guerra en Medio Oriente.