ANÁLISIS Y OPINIONES
Les vengo a proponer un control de daños y un posible sueño…
Por Gustavo Mario de Lara: La única opción del que se vayan todos, al destruyamos la casta, es desde mi punto de vista teniendo en cuenta el contexto internacional y nacional, el título de esta nota.
En una nota anterior hice un pequeño racconto de la etapa de los primeros años del retorno de los procesos democráticos, hasta el estallido de la alianza y gobierno de Duhalde.
Ahora me gustaría seguir con el análisis histórico a partir de la asunción del gobierno de Néstor Kirchner hasta la actualidad, siempre desde la perspectiva del proceso de disociación del poder político con respecto a la sociedad en su conjunto como núcleo central.
También me atreveré a un pequeño análisis a futuro al fin del artículo.
Los sucesivos gobiernos kirchneristas fueron achicando cada vez más el proceso, haciendo que la población en general confiara muy de apoco, pero acelerando, un acercamiento al poder político que había comenzado con un proceso de recambio que se esperaba que se profundizara en el tiempo.
Este proceso se cristalizó en diciembre de 2005 con el pago definitivo al FMI y la libertad de decisión económica. Lo cual implicó el núcleo central para la implementación de políticas locales de crecimiento y distribución.
Esto no implica que en el 2003 y en el 2004 no se hubiera producido un proceso de crecimiento importante.
La única diferencia es que este periodo estuvo más basado en un ordenamiento jurídico e institucional que fueron las bases absolutamente necesarias para lo posterior.
Si bien la población en general no lo percibió, la crisis del 2008 con las subprime que comenzó en EE.UU. y se regó como pólvora al resto del mundo. Recién se sintió en la economía real en el 2009. Lo que llevó al gobierno a la estatización de las AFJP, YPF, etc.
Si bien «la 125» de 2008, año de la crisis internacional, podría ser tomada como el inicio del fin, ya que fue la excusa del sector agro exportador y aliados para ponerse de una vez y para siempre en contra del modelo de las retenciones.
Tengamos muy en cuenta que la reacción jamás podría haber sido tan extensa y violenta sin una apoyatura de los medios hegemónicos de comunicación, que generaron que una parte de la población que estaba por fuera de la discusión se apartara lentamente del apoyo al oficialismo o directamente se pusiera en contra.
Sin embargo el gobierno supo, a través de un salto hacia adelante tomando medidas deseadas por buena parte de la población, achicar la distancia como se indicó más arriba.
Lamentablemente hacia 2014 el medio de cambio del cual casi nos habíamos olvidado que existía como mercancía idílica en nuestros “corazones”, volvió a la palestra y las discusiones medianamente olvidadas volvieron a tomar fuerza.
Las Paso del 2015 en el partido del gobierno fueron más dignas de una película de los hermanos Marx que de un proceso racional. Y por lo tanto le dieron el gobierno en bandeja, aunque por un mínimo margen, a quién había prometido todo a todos. Lo que es lo mismo que nada a nadie. O a algunos no los defraudó.
Desde mi punto de vista, la dislocación interna, o implosión del FPV comenzó en meses anteriores a las PASO del 15. Siendo ésta el indicador de la misma.
Nuevamente la magia de los dólares primero como prestamos privados, que permitieron una primavera hasta el 2017, al menos para algunos sectores beneficiados, les permitió una ilusoria identificación con esas políticas que se vieron reflejadas en la elección de ese año.
Esto no impidió lo que desde hacía un largo tiempo se venía discutiendo en sociología y economía, es decir los cambios en las formas de informalización que de la mano de la tecnología profundizaban a nivel global la misma.
Una muestra es el denominado concepto de “uberización” de la economía. O lo que es lo mismo, el crecimiento de esa nueva informalidad que veía en el capitalismo de plataformas al único sistema de inclusión económica de vastos sectores sociales. La informalidad de plataformas.
Hacia el 2018 el descrédito, causado por el retorno del FMI y tener que enamorarse de una tal Lagarde, tuvo como resultado un aumento de la disociación del poder político del sector gobernante. Que fue tan mayúsculo, que el resultado impensable de las Paso del 2019 fueron una sorpresa tanto para ganadores y perdedores.
Me dio la impresión que el más asustado fue el candidato ganador. Aunque es una sensación personal.
El régimen macrista logró lo que vino a buscar. Se puede decir sin temor a equivocarse que no hubo errores ni excesos. Solo un apuro en hacer las cosas, por ineficiencia y salvajismo cultural que impidió una reelección en el 2019.
Una nueva esperanza de que la distancia entre los políticos y la población se achicara, pese a la sorpresa del candidato, había nacido.
Mientras tanto el crecimiento del sector informal seguía en aumento. Es decir la economía del día a día ya estaba por encima del 30%. Y la pobreza seguía creciendo en tándem con la misma.
Cuando todo parecía que se encaminaba hacia un nuevo pacto. Llegó la pandemia.
El sistema capitalista se detuvo prácticamente en menos de un mes.
Creo estar bastante informado. Y puedo afirmar que no hay análisis serios de lo que eso implicó, implica e implicará.
Y por otro lado diferente al económico, pero más relevante aún. El daño psicológico que todos sufrimos durante y luego del encierro.
La respuesta del estado nacional fue automática. Se puso al frente de la lucha en contra del virus con un estado desarmado por el macrismo, que repito, vino a hacer lo que hizo, es decir no hubo errores, no hubo excesos…..
Los niveles de disociación bajaban a un ritmo frenético, tan frenéticos como los niveles de aprobación de un presidente que cometió el tremendo error de enamorarse de su imagen en los espejos de las encuestas.
Por otro lado el capitalismo de plataformas, tanto formales como informales, crecía a niveles impensables. Reconfigurando el sistema de trabajo tanto formal como informal, más este último, a una realidad inimaginable.
Un encierro demasiado prolongado que destruyó buena parte de la economía informal. Y luchas intestinas, que venían de vieja data, las cuales no tenían sentido para la población en general, destruyeron los niveles de credibilidad y el proceso de disociación comenzó lenta pero inexorablemente a crecer.
No tiene sentido mencionar los centenares de dislates que este gobierno en su conjunto cometió en los últimos tres años. Simplemente ver en qué estado está la economía hoy en día.
Como mencioné en la nota anterior, los niveles de locura son tan marcados, que mucha gente espera el resultado de las elecciones para que todo se “vaya a la mierda de una buena vez” porque la realidad es agobiante.
Sigo apostando a la hipótesis mencionada en la nota anterior.
Quizás la explosión del 2001, se haya transformado en implosión disfrazada a través de la no participación.
Yo, al menos veo demasiadas similitudes entre el “que se vayan todos” y el destruir la Casta, o “el que se vaya todo a la mierda” en donde la no participación en las últimas dos es dejar la responsabilidad en un otro.
Ya sabemos que lo primero no funcionó.
Quien esto escribe está convencido que lo segundo simplemente es un delirio de un leñador desquiciado con una motosierra sin cadenas.
Y la no participación es simplemente una sensación de impotencia que en muchos sectores sociales lleva mucho más que dos gobiernos.
Sólo podemos aferrarnos a una “esperanza” que quizás sea la última chance de construir un país en donde lentamente volvamos a proponernos un sueño.
Un buen indicador es saber cuánto mide “a trabajar en función del bien común del poder político” en el imaginario popular. El cual suele asentarse muy materialmente en sus condiciones de vida y esperanzas de futuro.
Y mientras escribía, releía y modifica este artículo…. en eso cayo Martín.
Creo que el caso de Insaurralde es el típico caso de la disociación. La cual no es un tema psicológico, aunque tiene un gran componente. Sino que pertenece mucho más al microclima de un mundo paralelo, en donde las realidades no se tocan.
Hasta qué punto es posible vivir en esa disociación de la realidad general y la del micromundo y no optar por este último depende del convencimiento ideológico, el cual está generado por el proceso de socialización y creencias generadas en el mismo.
Este proceso se va configurando en una ideología específica que puede expresarse tranquilamente en las posiciones no sólo ideológicas sino más precisamente empíricas, para no irnos muy lejos con un dispositivo llamado radar.
O puerto chino para emparejar
Volviendo a Martincito, recordemos que este “compañero” ya había sido propuesto como primer candidato a diputado en el 2013, saliendo segundo.
Recordemos también que “ciertos gustos” eran ya conocidos pero no se manifestaban tan ostentosos.
Volviendo al concepto central, deberemos hacer algunas aclaraciones que espero que sean esclarecedoras para su comprensión.
El proceso de disociación está íntimamente relacionado con sus consecuencias que tienen como contraparte el simbólico nombre de “carpetazos”
El proceso de disociación no puede estar apartado de variables como el poder económico, tanto local como internacional.
Del poder político y judicial a nivel local o internacional. Y de las “jugarretas” de los servicios de inteligencia tanto nacionales como del exterior.
Con respecto a este último caso recuerdo a un fiscal, del cual se me escapa el apellido, pero con un nombre que creo muy parecido a un conocido boxeador argentino, al cual cierto jefe de un servicio de inteligencia no le atendió el teléfono por lo menos durante un fin de semana. Sin mencionar las cercanías de dicho fiscal con poderes fácticos de la geopolítica internacional.
O a una dupla de diputadas que nuevamente mi frágil memoria no me permite recordar sus nombres, pero que acribillaron su cuenta de WhatsApp con centenares de mensajes.
Quizás recuerde mal, pero ambas diputadas, estaban muy relacionadas con ciertos poderes externos que estaban muy preocupados para que no se cayera una causa que era muy utilizada internacionalmente cuando se creía muy conveniente geopolíticamente.
Volviendo al presente llegó el primer debate del cual creo tener que hacer algunas apreciaciones.
En el mismo vimos a un candidato creo que cordobés. A una candidata del FYT, con un gran desempeño, un verdadero desperdicio en la izquierda nacional. A otra candidata con un cierto nivel de desorientación. A la abuela de un candidato que siempre se mostró furioso ante las cámaras, lo que creo que fue un gran logro, aunque se perdió ese fuego tan típico del mismo. Las malas lenguas en las que no creo dicen que era el candidato con niveles altos de tranquilizantes. No lo creo porque si así fuera quiere decir que no hubo un médico que controlara la administración de esa supuesta droga. Y un ministro de economía que intentó en todo momento despegarse de un ejecutivo del que participa desde hace poco tiempo y con el cual creo que no concuerda demasiado.
Habiendo realizado las aclaraciones, aunque queda un segundo debate. Me concentraré en una serie de apreciaciones con respecto al futuro en el cual la Argentina deberá desenvolverse y también algunas opiniones sobre el rol de Tierra del Fuego AeIAS
Estoy convencido que por más que me encante y me divierta como un chico de 8 años, la magia no existe. Por lo tanto estoy convencido que el camino va a ser lento y por momentos tortuoso.
La deuda con el FMI no va a desaparecer en el corto o mediano plazo.
Si bien Massa ya indicó que el extractivismo es una opción, con la cual inicialmente no estoy en desacuerdo como forma de ingresos de dólares absolutamente necesarios para realizar el slogan de campaña de “Quitarse el fondo de encima”. No lo veo como la única acción a tomarse con los recursos estratégicos del país.
Por ejemplo tomemos el litio, que de acuerdo a los desarrollos tecnológicos chinos con las baterías de sodio. El mismo tendría una presencia no mayor a los 15 años como mineral estratégico para toda la economía “verde”.
El desarrollo que deberíamos incluir en el agregado de valor con respecto a esos recursos es fundamental.
Un simple ejemplo. No es lo mismo un tubo por donde pase el gas a ser una potencia en GNL. Lo cual implica a una serie de industrias que se complementan entre sí como ser la naviera en donde tenemos astilleros con capacidad ociosa y mano de obra altamente calificada.
Por otro lado está el posicionamiento estratégico del país.
Creo seriamente que estamos en una tercera guerra mundial. La cual por ahora viene calentando motores.
Esperemos que no arranque demasiado rápido. Ya que el resultado probable es que los que se niegan a morir como potencia hegemónica se lleven puesto al resto del mundo en su defunción.
Pertenecer a los BRICS, ha sido un paso central en el mismo. Aunque no debería ser el único.
Debemos potenciar las coincidencias con Brasil y tratar de liderar la región con una vuelta al UNASUR u otro organismo similar.
En el plano local, creo que salvo una pequeña parte de la población que está convencida de que el radar debe quedarse. El resto aun no comprendió, o lo va haciendo en medida a sus posibilidades el rol central de la isla en el panorama geopolítico internacional.
Veamos; El memorándum firmado el 7 de diciembre pasado por el gobernador Melella, además de la terminal portuaria multipropósito, la empresa china se comprometía a la construcción de una planta química con capacidad anual de producción de 600.000 toneladas de amoníaco sintético, 900.000 toneladas de urea y 100.000 toneladas de glifosato, más una central de 100 MWh.
Tierra del Fuego es una puerta excelente no sólo como para incursionar en el atlántico sur, sino como puerta de entrada en la Antártida.
Tomemos la posición de nuestro país al respecto.
Actualmente el país con más bases permanentes y de verano es Argentina quien en 2021 convirtió a la base Petrel en permanente, sumando un total de siete bases permanentes y seis de verano, además el país tiene más de 119 años de permanencia en la Antártida.
Ahora vayamos a China.
China opera cuatro bases en el territorio antártico, dos de ellas permanentes (Base Gran Muralla y Base Zhongshan) y dos de verano (Base Kunlun y Base Taishan).
Hay que tener en cuenta de dentro de muy pocos años se reestructurará el Tratado Antártico y habrá reclamos de soberanía. Teniendo China una puerta de acceso a la Antártida a partir de este puerto, evidentemente le va a dar a China la posibilidad de reclamar un espacio territorial en el continente blanco. Con el agregado de tener un socio que tiene una presencia de casi 120 años.
Por otro lado pensemos en los reclamos chilenos sobre parte de “nuestro” territorio antártico. El cual seguramente vendrá apoyado por las dos potencias anglosajonas.
Y ahora una pequeña digresión con respecto a esto último relatado.
Qué pasó a nivel local entre diciembre del año pasado en dónde un memorándum no sólo reactivaba la economía local y nacional a través del ingreso de divisas y la no desinstalación de un radar británico.
Estoy absolutamente convencido que la firma del memorándum al menos fue apoyado con un consenso mayoritario del espectro político local. Es decir no fue una jugada solitaria del gobernador.
Tampoco creo que un «termito Stanley» tenga tanto poder y contactos geopolíticos. Ahora bien si les sumamos un par de «mocasines blancos y no de gamuza azul», quizás la cosa tome otro volumen y calidad de poder.
Si la puja del poder global sigue en la misma tónica que la actual, el centro del país se va a ir trasladando más al sur.
Si tomamos un mapa real de nuestro país desde Jujuy hasta el centro de la Antártida no es la provincia de Buenos Aires el centro del país…
Este análisis no pretende ser un plan de gobierno. No estaría dentro de mis capacidades hacerlo. Pero si indicar aquellas variables que para mí son centrales.
Lo único importante es percibir a futuro y de manera casi continua que los esfuerzos van en una única dirección.
La dirección que por doce años, a los cuales es imposible volver, se sentía en el día a día.
Estamos frente a un futuro más que incierto.
Desde nuevas crisis bancarias hasta nuevas pandemias. Pasando por crisis bursátiles que se carguen al mundo entero de manera peor que la de 1929.
Y no debemos olvidar que en lo que sucede en Ucrania no puede terminar en la derrota de ninguno de los dos verdaderos participantes. Ni la OTAN, ni Rusia pueden perder……
Si bien el conflicto alrededor de Nagorno-Karabaj, tuvo una corta duración, lo cual no implica se finalización. El nuevo conflicto Palestino-Israelí puede desembocar en situaciones impensables y sumamente riesgosas en un mundo en donde parece que han empezado a estallar semanalmente nuevos focos de tensión.
¿Y entonces?
Esa respuesta estará íntimamente ligada con el resultado de una votación.
Qué es lo único que realmente está en nuestras manos…..
Como corolario una simple frase que no es de mi autoría.
Cuando se pueden prevenir. No existen los accidentes.
Gustavo Mario de Lara
Sociólogo Integrante de Soberanxs de Tierra del Fuego AeIAS.