CRIPTOS
YPF Luz promete revolucionar la criptominería con el gas de Vaca Muerta.
La empresa de generación eléctrica lanzó dos pruebas piloto para utilizar el gas proveniente de Neuquén, convertirlo en energía y facilitar el criptominado.
Desde 2013 YPF Luz lleva invertidos unos u$s2.700 millones en generación de energía eléctrica, hasta lograr una capacidad instalada de 2.086 MW de térmica y casi 400 MW de renovables. El 2021 cerró con ventas por u$s441 millones y un Ebitda de u$s321 millones. Este año anunció la construcción de un parque solar de 100 MW en San Juan y la búsqueda de un terreno para su proyecto propio de Hidrógeno, pero lo que más llamó la atención fue la iniciativa de criptominado en Vaca Muerta.
El CEO de YPF Luz, Martín Mandarano, contó que la idea surgió de una charla por videoconferencia con un estadounidense. “Nos contó que algo similar hacían allá, y que nosotros podíamos hacer lo mismo. Enseguida nos pusimos a trabajar”, recordó. La primera prueba piloto fue con 1 MW en Loma Campana, dos motores generadores y dos contenedores. Como tuvo resultados excelentes, ahora está en marcha la segunda, de 8 MW en Bajo del Toro, acordada con dos empresas de criptominado: una nacional y otra extranjera.
YPF Luz les da un servicio de “facilities”, que brinda soluciones a toda la cadena: a los criptomineros le dan electricidad y conectividad 24×7, a través de motores de YPF que estaban en desuso, que generan energía con el gas que se ventea del pozo, que de otra forma se pierde y encima contamina. “Es el gas natural de flare, que no se puede aprovechar cuando se está haciendo la exploración y al principio de la producción de un yacimiento de petróleo”, aclaró Mandarano.
Además, les ofrecen un mantenimiento remoto de las máquinas minadoras instaladas en Vaca Muerta, ya que es una región desértica, lejos de centros urbanos y desolada para un equipo de trabajo permanente, más allá de la actividad petrolera. “Es ideal para que todos los criptomineros del país se desenganchen de la red eléctrica y empiecen a utilizar la energía que no se necesita para los hogares e industrias”, detalló. La energía la venden a u$s65 por kWh y el primer año recibieron ingresos por u$s1 millón, pero aclaran: “No recibimos pagos en criptomonedas, lo tienen que liquidar a dólares”. El potencial que ven a futuro es la posibilidad de destinar hasta 100 MW de Vaca Muerta para el criptominado.
Periodista: En el cierre del 2022, ¿qué balance hacen de las operaciones durante el año y que esperan para 2023?
Martín Mandarano: El 2022 ha sido un gran año para YPF Luz, fue el primer año en el que todos los activos de la compañía estuvieron operativos. Nos posicionamos como los segundos generadores de energías renovables y ocupamos el cuarto lugar en el ranking de los productores de energía eléctrica de todas las fuentes.
P.: ¿Cuáles son los principales proyectos por venir?
M.M.: En febrero inauguramos Cañadón León en Santa Cruz, el tercer parque eólico de la compañía, y comenzamos el desarrollo del Zonda, nuestro primer parque solar en San Juan. La primera etapa tendrá una potencia inicial de 100 MW, equivalente al consumo de 140.000 hogares. El proyecto general prevé etapas posteriores denominadas El Zonda II, III y Tocota, que permitirán alcanzar 500 MW de potencia. Estarán orientados al MATER, que requieren de capacidad de transporte adicional disponible. De esta forma, reforzamos nuestra presencia federal con operaciones y proyectos en seis provincias del país, y nuestro compromiso de continuar diversificando la matriz energética nacional. Además, estamos avanzando en el desarrollo de nuestro cuarto parque eólico, que estará ubicado en General Levalle, al sur de la provincia de Córdoba. El desarrollo prevé una primera etapa de 65 MW y, para la cual la compañía está en proceso de licitación de la tecnología y servicios necesarios para su construcción, y a la espera de obtener más capacidad de transporte. El nuevo parque sería el cuarto parque eólico de YPF Luz, sumándose a los tres que ya están en operación: Manantiales Behr, en Chubut; Cañadón León, en Santa Cruz; y Los Teros, en Azul.
P.: ¿Dónde se vuelca toda esa energía?
M.M.: Nuestra estrategia siempre estuvo enfocada en el MATER y seguiremos trabajando en ese segmento para mantener nuestro liderazgo. Tenemos la mayor participación de mercado con el 40% del mismo, superamos al segundo por más del doble. Para cerrar, buscamos seguir creciendo con las energías renovables y posicionarnos primeros en su generación. Para lograrlo necesitamos capacidad de transporte, esto nos desafía a ser más creativos, eficientes y precisos a la hora de evaluar nuevos proyectos. Sin dudas, hay mucho potencial para la demanda industrial en la que podemos colaborar bajando sus costos de energía y con energía sustentable y confiable.
P.: ¿Qué puede aportar YPF Luz a la transición energética de Argentina?
M.M.: En 2013 YPF decide crear YPF Luz, con el objetivo de liderar la transición energética del país. La apuesta a la energía eléctrica se da como un avance, como respuesta a una tendencia mundial. Si uno mira British Petroleum, Repsol, Shell, TotalEnergies, todas empezaron a crear vehículos eléctricos o vehículos para el desarrollo de la energía eléctrica, incluso con posterioridad a YPF. En esta línea, hace nueve años iniciamos el camino hacia la transición energética con foco en el abastecimiento de forma eficiente y sustentable. Pero también con la responsabilidad de liderar un nuevo negocio para YPF, como lo era en ese momento la generación eléctrica. Hoy estamos en una posición consolidada, con años de mucho crecimiento. Apostamos a diversificar la matriz energética y seguir innovando tecnológicamente, siempre con el foco de ser una empresa que busca la sustentabilidad, la eficiencia y la rentabilidad en su gestión y colaborando con el bienestar de las personas.
recursos. YPF Luz además reabrió un bono Clase IX por u$s10,9 M.
P.: Y Argentina tiene los recursos para hacerlo…
M.M.: En el último tiempo vimos como la transición energética fue tomando protagonismo en la agenda global y, en consecuencia, en el sector energético. Nuestro país presenta grandes oportunidades para avanzar en este proceso, tiene una matriz energética muy limpia comparada con otros países de la región y del mundo ya que utiliza como uno de los principales insumos al gas. El gas natural es el hidrocarburo más limpio, contamina cuatro veces menos que cualquier otro. Además, es una energía despachable: la podemos usar cuando la necesitamos, es el recurso ideal para complementar a las energías renovables. Sin dudas, es un puente entre el hidrocarburo convencional y la energía de cero emisiones.
P.: ¿Considera que el gas es el combustible de la transición energética?
M.M.: En YPF Luz complementamos las energías renovables con energía térmica, más específicamente, con gas natural. Este es uno de los factores que nos diferencian, ya que suministramos al sistema un complemento de energías firmes y sustentables. A través de los sistemas de energía híbrida podemos generar electricidad a partir de dos o más fuentes, compartiendo un mismo punto de conexión. Un caso de éxito de este sistema es el Complejo Híbrido Manantiales Behr, ubicado en Chubut, que genera energía eléctrica complementando el gas natural con el viento. De este modo, el complejo de generación híbrida puede producir la energía eólica cuando sopla el viento y de la central térmica cuando el tiempo no acompaña, garantizando así un suministro más estable, constante y eficiente en la zona. Esta combinación de gas natural y viento es una de las técnicas más eficientes y económica que existen hoy en el mundo, permitiendo hacer sustentable el camino a la transición energética y acercando energía baja en emisiones al menor costo posible para la demanda.
P.: ¿De qué se trata el proyecto para el criptominado en Vaca Muerta?
M.M.: El proyecto piloto implica la utilización de 1MW de capacidad instalada de la Central Térmica Loma Campana Este, para suministrar energía eléctrica a una instalación de minería de criptomonedas. Se trata de una nueva tecnología que exporta el gas que no puede ingresar a los sistemas de gasoductos en formato de procesamiento de blockchain, generando ingresos en dólares para el país a través de la monetización de un recurso excedente sin valor agregado y convirtiéndolo en un producto con valor.
P.: O sea, utilizan gas que de otra forma se quema, se pierde y contamina…
M.M.: La empresa logra aprovechar su capacidad instalada de generación distribuida que no puede llegar a los sistemas de transporte y destinarla a una industria nueva e innovadora, sin afectar disponibilidad de energía eléctrica de la red, ni afectar a la disponibilidad de gas natural para los consumidores.
P.: ¿De dónde surgió el proyecto?
M.M.: Comenzamos está primera experiencia hace un año, la primera etapa del proyecto piloto estuvo en operación durante tres meses, donde pudimos comprobar la viabilidad del modelo de negocio y las cuestiones que es importante resolver para poder pasar a una instancia de mayor escala.
P.: ¿Qué significa mayor escala?
M.M.: Ahora estamos proponiendo una segunda fase de 8 MW donde agregamos la dificultad de operar de forma remota directamente tomando gas natural de pozos de Vaca Muerta que están en proceso de exploración. Este modelo de negocio nos permite que cuando se finalice la exploración y se pase a producción con los ductos correspondientes, movernos con todas las instalaciones a otro sitio y así colaborar con el desarrollo de Vaca Muerta con el uso de gas natural de flair en el proceso de exploración.