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«Petrocidio» de Tecpetrol en Chubut: El Grupo Techint abandona la producción petrolera, desinvierte y aumenta el pasivo ambiental
La salida de YPF fue un golpazo para Chubut en materia petrolera, tanto en el terreno simbólico como productivo; pero a ese proceso se suma el desastroso desempeño de Tecpetrol. La petrolera del Grupo Techint se encuentra en un virtual estado de abandono de los yacimientos en la provincia y su desempeño bien puede ser catalogado de «petrocidio». Informe
En 25 años la producción petrolera de Tecpetrol decreció un 80%, las reservas cayeron un 85% y las inversiones se desplomaron un 83% en dos décadas. Al categórico panorama de desprecio hacia el yacimiento El Tordillo que le sirvió de «escuelita» para formar sus técnicos y CEOs, usándolo como trampolín hacia el resto del país y el mundo, se le suman los constantes problemas ambientales generados por la compañía. Además, hay centenares de puestos de trabajo en riesgo. Frente al desempeño de Tecpetrol el Estado provincial casi que no tiene más alternativas que quitarle la concesión y buscar nuevos inversores para revertir la catástrofe dejada por una de las petroleras privadas más importante del país.
Lo que viene haciendo Tecpetrol en Chubut es un «petrocidio» con un brutal abandono de las áreas concesionadas que tiene en la provincia desde 1991. Su desenvolvimiento en los últimos 15 años viene en caída libre en materia productiva, dilapidó reservas de crudo por no realizar exploración y en el 2024 batió el récord de desinversión desde que desembarcó en Chubut.
La petrolera de Rocca está en Chubut desde hace 32 años, pero se hizo mucho más fuerte desde hace poco más de una década cuando la YPF parcialmente estatizada le traspasó la mayoría accionaria del yacimiento El Tordillo.
A finales de 2013 YPF cedió el control del 87,8% del capital accionario que mantenía sobre el yacimiento El Tordillo y pasó a manos de la petrolera del Grupo Techint el 52,1% de las acciones. El resto del capital es controlado por Pampa Energía en un 35,6 (antes le pertenecía el 21,9% a Petrobras y el 13,7% a Development Corporation Argentina); mientras que el 12,2% restante había quedado para la petrolera con mayoría accionaria estatal, pero luego le traspasó un 5% de su parte a Petrominera.
Hoy Tecpetrol está en el ojo de la tormenta. Existen versiones de todo tipo, desde las que hablan que puso a El Tordillo a la venta y hay muchas empresas interesadas en comprárselo; hasta las que amenazan con avanzar con la quita de la concesión por el lastimoso desempeño de este último año donde -tal como viene informando El Extremo Sur– hizo decrecer la producción un 18,8% (386.606 barriles menos hasta noviembre y de manera interanual) para de esa manera transformarse en la petrolera de peores resultados en Chubut.
La «escuelita» de CEOs y técnicos
En la empresa denominan cariñosamente como la «escuelita» al yacimiento de El Tordillo que opera Tecpetrol en territorio chubutense, pero parece que el cariño se terminó hace tiempo y que ahora solo quedan abandono y problemas.
Allí muchos de los profesionales técnicos y directivos de la petrolera del Grupo Techint hicieron sus primeros palotes en materia petrolera. En la actualidad el «yacimiento escuela» está casi paralizado y semi fundido porque Paolo Rocca decidió desinvertir en Chubut para focalizarse en la neuquina Vaca Muerta y convertirse en una de las principales productoras de hidrocarburos del país.
Uno de los principales directivos de Tecpetrol que se formó y experimentó con El Tordillo fue Horacio Marín, actual CEO libertario de YPF que supo ser el principal conductor de la petrolera de Rocca en la Argentina y sus filiales en el mundo.
Hoy es el responsable directo de instrumentar el abandono de YPF en Chubut y otras más de 50 áreas maduras distribuidas en la Cuenca del Golfo San Jorge y el resto del país.
El propio Marín reconoció que casi todo lo que sabe lo aprendió en el yacimiento chubutense. «Mi primer gran proyecto fue El Tordillo, el que me permitió estudiar en Texas», explicó en un video publicado por la empresa.
«El Tordillo es muy importante para mí porque fue el primer proyecto disruptivo que realizamos en equipo y a escala en la compañía, donde aprendimos y empezamos a aplicarlo en el resto de las operaciones», reconoció.
Así como YPF creció y se desarrolló a costa de Comodoro Rivadavia y Chubut, Tecpetrol fue por el mismo camino en los últimos 32 años. Muchos de sus técnicos y gerentes se formaron en El Tordillo, pero esa experiencia no se traduce actualmente producción, desarrollo productivo y proyectos a futuro; por el contrario, todo es paralización y desazón.
Extractivismo feroz es la conclusión que deja Tecpetrol en Chubut. Le sacó todo el jugo posible y se enfocó en Vaca Muerta, donde la producción petrolera es «más rentable». Tal como sucedió con YPF, la petrolera del Grupo Techint también está de salida en Chubut y deja tierra arrasada, inclusive empetrolada.
Por ahora no se oficializó su alejamiento definitivo, pero existen múltiples versiones sobre posibles compradores de las áreas chubutenses concesionadas y hasta se especula con la posibilidad de la quita por parte del Estado provincial.
Lo único cierto es que Horacio Marín será recordado como el CEO petrolero que desinvirtió fuertemente con Tecpetrol en Chubut y, además, comandó el abandono de los históricos campos maduros chubutenses con su política de desinversión de la actual YPF. Seguramente lejos estará de ser inmortalizado como un prócer para la provincia.
Producción en caída libre y desplome de la inversión
Los números de Tecpetrol en Chubut no admiten interpretaciones, son desastrosos por donde se los mire. Después de 32 años de operación de la petrolera de Techint en la provincia los resultados actuales son verdaderamente aciagos, más allá de contar con pozos surgentes y otros a los que se le inyecta agua para arrastrar el crudo.
En materia de producción, los datos oficiales más añejos -de la Secretaría de Energía de la Nación- se posicionan en el 1999 cuando Tecpetrol producía anualmente 9.039.951 barriles de crudo Escalante en Chubut, reflejando una extracción de 24.767 barriles diarios.
El área de El Tordillo concentraba una producción anual de 7.165.853 barriles (19.632 diarios) y representaba el 79,3% de todo lo que Tecpetrol extraía en la provincia.
Después de 25 años de producción chubutense la petrolera del Grupo Techint decreció la extracción de crudo Escalante en un 80% y en El Tordillo la merma fue del 77%.
Este año -aunque todavía restan conocerse los números de diciembre, pero pueden estimarse- Tecpetrol terminará produciendo alrededor de 1.810.000 barriles en Chubut (4.960 por día) y específicamente en El Tordillo serán cerca de 1.640.000 barriles (4.500 diarios), abarcando el 90,7% de todo el total provincial de la compañía.
El pico productivo se dio en el año 2006 con una producción anual de 9.730.727 barriles (26.660 diarios) y El Tordillo concentró un 99,2% de la extracción de crudo Escalante en Chubut. Claramente allí se concentró todo el esfuerzo de la petrolera de Rocca y casi no tenían actividad las áreas de Puesto Quiroga y La Tapera.
Entre los años 2004 y 2006 Tecpetrol superó los 26.000 barriles producidos diariamente, pero a partir del 2006 comenzó a declinar sus niveles de extracción. Desde el 2010 profundizó la curva de declinación y nunca la revirtió.
En lo respecta a las inversiones, los datos se remontan al año 2005 cuando la compañía desembolsó en Chubut 96,4 millones de dólares y al año siguiente alcanzó uno de los niveles más altos con 103,9 millones invertidos en la provincia.
En el 2008 superó esa barrera para llegar a los 108,2 millones de dólares y luego fue decreciendo al mismo ritmo que se desplomaba la producción, lo que refleja claramente que el declino productivo no se relacionó a la menor capacidad de los yacimientos sino a la desinversión de la compañía.
Durante este 2024 Tecpetrol comprometió inversiones por tan sólo 15,9 millones de dólares que fueron, junto a los 15,2 millones del 2020 en medio de la pandemia, uno de los niveles más bajos en los últimos 20 años.
Desde el 2005 y hasta este 2024 la petrolera de Rocca disminuyó las inversiones en Chubut en el 83,5%.
Después de la renegociación, todos los números en baja
En el 2013 y tras la expropiación de Repsol generada en el 2012, Chubut fue realizando renegociaciones con las demás petroleras que operan en la provincia y entre ellas le tocó el turno a Tecpetrol.
Con la presencia de Paolo Rocca en El Tordillo, el ex gobernador Martín Buzzi firmó la extensión de la concesión con Tecpetrol hasta el 2027, incluyendo un extra por regalías del 4% adicional y dejando abierta la posibilidad de extenderla por otros 20 años; tal como ya había efectuado Mario Das Neves con otro importante yacimiento.
Las petroleras siempre reclaman seguridad jurídica y extensión de las concesiones en el tiempo, nada de eso parece haber sido suficiente en el caso de Tecpetrol en Chubut porque todos los indicadores fueron a la baja en los años subsiguientes.
Rondando los 5,7 millones de barriles anuales, la producción en la provincia se estancó en esa franja y dos años más tarde ya estaba en los 5,2 millones; lo que demuestra que jamás superó los niveles del año de la renegociación.
Pero lo peor estaba por venir porque Marín y Tecpetrol ya habían puesto sus intereses principales en Vaca Muerta al ritmo sísmico del fracking neuquino, aunque focalizado en la producción gasífera no convencional de Fortín de Piedra.
Mientras concentraba sus esfuerzos e inversiones en Vaca Muerta, desatendía y abandonaba de manera constante a El Tordillo y Chubut.
En 2017 Tecpetrol comenzó el «desarrollo masivo» de la explotación gasífera en Fortín de Piedra y justamente en ese momento se encontró el nuevo piso de baja productiva en los yacimientos chubutenses.
De los 14.590 barriles diarios producidos en la provincia durante el 2015 -año que además quedó macado por el fatal accidente en El Tordillo -que se cobró con una explosión la vida del joven obrero petrolero Cristian Gutiérrez y dejó otros cuatro con graves heridas-, se bajó a los 7.975 barriles por día del 2017.
Sin grandes oscilaciones en los años subsiguientes, Tecpetrol continuó desinvirtiendo en Chubut y en la actualidad solamente produce 4.964 barriles diarios; un nivel que inclusive es mucho más bajo que el suscitado en medio de la pandemia del 2020.
Ni siquiera los incentivos fiscales otorgados por la provincia en el 2022, reduciendo el pago de regalías a la mitad -6% por barril- por la producción incremental que se sumará en La Tapera y Puesto Quiroga, permitieron revertir la curva de descenso productivo de Tecpetrol en Chubut.
Dilapidando reservas sin explorar y la inoperancia del Estado
La caída constante de la producción petrolera afectó a la provincia en los ingresos por regalías y también al empleo del sector por los bajos niveles de extracción, pero lo peor de todo ha sido como se derrumbaron las reservas de crudo que estuvieron en manos de Tecpetrol durante los últimos 25 años.
La petrolera de Techint perforó en estas dos décadas y media un total de 665 pozos de extracción de crudo; la mayoría de ellos (519) entre los años 1999 y 2008, perforando tan sólo 146 desde 2019 y no perforando ninguno en este 2024.
Pero cuando se hace el seguimiento de los pozos perforados para la exploración que posibilitan la búsqueda y reposición de reservas con el objetivo de reemplazar el crudo extraído, se observa que en 25 años Tecpetrol solamente perforó dos pozos exploratorios.
Ese desinterés por la exploración se tradujo contundentemente en la dilapidación de reservas de crudo chubutenses. Desde el 1999 y hasta el 2023 -último dato oficial disponible- Tecpetrol redujo las reservas de petróleo en la provincia en un 84,7%.
Si la comparación se efectúa contra el año 2000 cuando se alcanzó el mayor nivel de reservas con 142.087 millones de barriles, se detecta que la contracción es aún mayor y se ubica en el 86,3%.
Frente a este panorama liquidacionista para los yacimientos chubutenses manejados por Tecpetrol, el Estado provincial lleva largas décadas de inacción porque tanto las reservas como la producción decrecen de manera constante.
Pareciera que quienes administran el Estado manejan los recursos naturales como si se tratara de un bien transable y renovable, pero justamente son todo lo contrario: se trata de recursos no renovables que si bien pueden ser comercializados deben ser preservados y administrados de manera eficiente para no terminar perjudicando a los chubutenses, más allá de las apetencias de las petroleras por quedarse con altísimas rentabilidades en el menor tiempo posible.
Recuperar esas reservas dilapidadas por la petrolera de Techint será casi imposible para Chubut y mucha de la responsabilidad es de la empresa, pero también de los gobernantes y funcionarios del área que pasaron por el Estado haciendo el mejor de los casos la vista gorda con el desempeño de Tecpetrol.
El sueño del fracking de la D-129 y los incentivos fiscales
Empecinada en probar si El Tordillo era rentable en materia de hidrocarburos no convencionales, Tecpetrol intentó en varias oportunidades llegar con sus perforaciones hasta la formación denominada D-129.
Muchos han soñado con encontrar una segunda Vaca Muerta en Chubut, pero hasta el momento los resultados no han sido alentadores para desarrollar el fracking como lo vienen haciendo desde el 2012 en la Cuenca Neuquina.
Ni lerdos ni perezosos, Paolo Rocca y Marín se apuraron a buscar los incentivos del Estado nacional en materia de no convencionales -millonarios subsidios con dólares de todos los argentinos-, mientras perforaban el «Pozo Tordillo XP-2670» con el que intentaban llegar al corazón del yacimiento con la ambición de encontrar una oportunidad chubutense para el fracking.
Lo volvió a intentar en marzo del año pasado, pero la quimera de la D-129 por ahora no ha dado la leche que sí está dando la Vaca Muerta Neuquina y es posible que por eso Tecpetrol abandone dejando casi totalmente derruida la «escuelita» de la que se sirvió durante más de tres décadas en el yacimiento chubutense de El Tordillo.
Hoy es muchísimo más rentable hacer fracking a bajo costo y con altísima productividad del sector obrero, de lo contrario empresas como la de Grupo Techint pierden interés y desinvierten en el resto de las concesiones convencionales.
Desinterés por el daño ambiental provocado
Con un pie afuera de Chubut, Tecpetrol acumula un pasivo ambiental descomunal que se fue ahondando en el último tiempo y que terminó obligando al Estado provincial a intimar y multar a la compañía de Rocca.
El secretario general del Sindicato del Petróleo, Gas Privado y Energías Renovables del Chubut y diputado nacional, Jorge «Loma» Avila, denunció hace dos semanas atrás que «Tecpetrol está dejando abandono, desidia y desmantelando El Tordillo».
El dirigente sindical agregó que «es desesperante e indignante ver cómo una empresa puede afectar tanto a una comunidad y a sus trabajadores. Evidencian que no les interesa el futuro de la provincia, sumado al pasivo ambiental que siguen generando y a cierta inacción política para evitarlo».
«Si ese yacimiento no sirve más, no tiene nada, ¿para qué quieren venderlo a precios altos?», se preguntó y agregó que «las montañitas de tierra manchada de petróleo que se llevan y tiran en otro lado son el pasivo que están dejando. Esto no puede seguir así. Ahora ofrecen 16 millones de dólares para 2025, pero solo para tapar los pozos y reparar caños rotos. Nada más que eso».
Pero las denuncias por problemas ambientales no son solamente las que Avila expresó en este final del año, hay que revisar los Boletines Oficiales de la provincia para encontrar múltiples intimaciones y multas contra la petrolera de Techint en Chubut.
La compañía de Paolo Rocca ha tenido sanciones y apercibimientos por su desaprensión en material ambiental en El Tordillo.
La gran incógnita es si desde el Estado se obligará a Tecpetrol a hacerse cargo del pasivo ambiental que está dejando en Chubut o se podrá ir como hizo YPF enfrentar los daños generados durante más de un siglo de explotación hidrocarburífera; o si las autoridades políticas le marcarán la cancha a la empresa del poderoso y muy beneficiado -por la gestión libertaria de Javier Milei- Paolo Rocca para que revierta los números desastrosos que provocó en la provincia; o si el poder concedente estatal lo sancionará quitándole la concesión para buscar una nueva operadora que haga funcionar El Tordillo.
Por ahora, lo que vendrá está sembrado de incógnitas, pero de lo que no hay ninguna duda es que Tecpetrol está haciendo un «petrocidio» en Chubut.
Desde bdp seguiremos compartiendo material de análisis de diferentes fuentes y medios de la patagonia para poder comprender el rumbo que va tomando el país en las inversiones y desinversiones de empresas muy ligadas al gobierno de Milei
Fuente: Extremos Sur.com – BDP
Por: bocadepozo