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ENERGÍA

Grave alerta para 2050: «El mundo tendrá escasez de energía equivalente a media Europa»

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La consultora internacional Thunder Said Energy (TSE) proyectó una falta de suministro de energía global de alrededor del 3% en 2025, que aumentará al 5% en 2030. Solo las renovables necesitarán 4 billones de dólares al año en inversiones.

Un informe de la consultora internacional Thunder Said Energy (TSE) sobre modelos de oferta y demanda de energía y materiales globales reveló que a pesar de que el mundo invirtió poco menos de 1 billón de dólares en energía desde 2016, se avecina una escasez global de energía de hasta 5% para 2030.

TSE realiza consultoría e investigación para analizar tecnologías energéticas disruptivas que pueden cambiar el mundo, como el auge de las energías renovables, el shale oil, el gas natural, el yacimiento petrolífero digital y nuevos conceptos de vehículos.

En este caso el modelo global de oferta y demanda de TSE combinó perspectivas sobre el suministro de carbón, petróleo, gas, GNL, energía eólica y solar, nuclear e hidroeléctrica, en una acumulación de balances energéticos globales útiles en la proyección 2022-2030. “Tememos una escasez crónica de oferta”, alertan en el documento al que accedió Energy Report.

En concreto, la consultora concluyó que por la debilidad económica del 2023 el escenario de escasez aumenta al 3% en 2025 y al 5% para 2030.

Los datos de TSE indican que la demanda global de energía útil creció a una tasa compuesta anual de 2,5% desde 1990 y del 3% anual desde 2.000. Siguiendo esa línea, la demanda debería crecer un 2% anual hasta 2030, debido al aumento de la población y del nivel de vida. “(Pero) el modelo prevé un crecimiento anual del 1,75%, por ser conservadores”, enfatizó el trabajo.

En paralelo se detectó que la energía de combustión está estancada. “Esto incluye el uso mundial de carbón que alcanzará un máximo de 8,4 GTpa en 2024 y luego disminuirá suavemente a los niveles de 2010 para el año 2030.

En el caso de la demanda de petróleo, subirá a 101 Mbpd en 2023 y luego se estabilizará a medida que la OPEP y el esquisto estadounidense compensen los impactos de la baja inversión en el convencional.

Los suministros de GNL en riesgo que aumentarán 70% de 400MTpa en 2022 a casi 700MTpa para 2030. “Si bien nuestra hoja de ruta hacia el cero neto necesitaría ver un crecimiento global del gas a un 2,5% anual hasta 2050, los datos prevén una producción plana en 2022-2030. Y nosotros creemos que este último escenario es el que actualmente parece más probable que suceda”, afirmaron desde TSE.

Consumo de energía desde 1990 a 2030.

Consumo de energía desde 1990 a 2030.

Thunder Said Energy (TSE)

Para la energía renovable se pronostica mejor suerte. “Está explotando”, sostuvieron, sobre el modelo de aumento de capacidad eólica y solar. “En nuestra hoja de ruta hacia Emisiones Cero Netas , la energía solar se duplica con creces, de aproximadamente 220 GW de nuevas incorporaciones en 2022 a 500 GW para 2030, mientras que la energía eólica se duplica de 100 GW de nuevas incorporaciones en 2022 a 150 GW para 2030”, indicó.

La consultora aclaró sus modelos incluyen además el aumento de la eficiencia energética, la necesidad de un renacimiento nuclear y otras variables que se pueden flexibilizar, pero remarcó “lo que está mal en este equilibrio es que no equilibra”. Sus proyecciones prevén una falta de suministro de energía global de alrededor del 3% en 2025, que aumentará al 5% en 2030. “Es decir, para 2050, el mundo tendrá escasez de energía equivalente a ‘media Europa’”, subrayaron.

Gentileza: Becquel

Pero además de vaticinar un futuro sombrío, también tiene propuestas. “La primera ley de la termodinámica dicta que la demanda de energía no puede exceder la oferta. Entonces, ¿qué se necesitaría para restablecer el equilibrio?”, se preguntan, y elaboraron un brief de respuestas.

En primer lugar, sostienen que un crecimiento más lento de la demanda podría reequilibrar el modelo. “Los precios muy altos de la energía podrían limitar el crecimiento de la demanda a sólo 1,25% anual, aunque este sería el ritmo de crecimiento de la demanda más lento desde la Gran Depresión (de 1929), más bajo incluso que durante las crisis del petróleo. Desafortunadamente, nuestra opinión es que sacar a las personas del sistema energético global de esta manera es en sí mismo una catástrofe ESG”, alertaron.

En segunda instancia expresaron que aumentar las energías renovables más rápidamente podría reequilibrar el modelo, aunque requeriría un promedio de 1 TWpa agregada de capacidad eólica y solar por año desde el 2024 hasta 2030, y más de 2 TWpa de adicional de energía eólica y solar en el 2030. “Es tres veces mayor que en nuestra hoja de ruta hacia el cero neto. En perspectiva, esta solución de +2TWpa requiere que la inversión en energía primaria se cuadruplique de 1 billón de dólares al año a por lo menos 4 billones de dólares al año, todo lo cual debe financiarse en un mundo de tarifas en alza”, advirtieron los expertos.

Y añadieron que la solución de +2TWpa significa también que los proyectos eólicos y solares globales consumirán más de 200 MTpa de acero, lo que representa el doble de la producción total de acero de Estados Unidos. Los más desafiante es -según TSE- que el acero ni siquiera calificaría como uno de los «diez principales» cuellos de botella para el boom de las renovables. Lo que sí preocupa son las obras complementarias: “Este escenario también requiere una expansión de las redes eléctricas y la electrónica de potencia tres veces más rápida que las estimaciones de nuestro caso base”, manifestaron.

En tercer lugar la consultora se pregunta: ¿Debemos continuar aumentando el uso del carbón? Y analiza: “La principal fuente del crecimiento de la demanda mundial de energía es el mundo emergente. Es más probable que el mundo emergente prefiera el carbón barato y sucio. O peor aún, la deforestación para obtener leña. Por lo tanto, otra forma de mejorar la falta de oferta en nuestro equilibrio mundial entre la oferta y la demanda de energía es si el carbón global continúa creciendo, alcanzando un nuevo pico de 9 GTpa en 2030”. Como consecuencia directa, remarcó que “desafortunadamente este escenario también prevé que el CO2 global alcance un nuevo pico de 54 GTpa en 2030”.

La cuarta solución para reequilibrar el sistema energético global es apelar al pragmatismo del gas: o sea, que la producción global de gas aumente 2,5% anual, que es la cifra requerida. Eso es posible, al menos en la hoja de ruta del TSE hacia el cero neto. El desafío es otro: “Este escenario prevé una caída global del CO2 para 2030, pero el principal problema aquí es que la inversión pragmática en gas natural se ha quedado varada en tierra de nadie, dentro de una dualidad maniquea de fantasías y crisis”.

En quinto punto sería el más razonable: ¿es posible equilibrar con alguna combinación de las otras soluciones? “El mundo es complejo. Es poco probable que se utilice una sola palanca para resolver la falta de oferta en nuestro equilibrio mundial entre la oferta y la demanda de energía. En 2023, creemos que la debilidad económica enmascarará la escasez de suministro de energía, silenciará los precios de la energía y atraerá a muchos tomadores de decisiones a mirar los precios al contado y pensar que ‘todo está bien’”.

Fuente: Reporte energético

Por: Bocadepozo