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SOBERANÍA

Radar Inglés en TDF: El secretario de Malvinas, Andrés Dachary también fué desmentido por el Ministerio de Defensa en el informe final.

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En un intento desesperado por atribuirse una acción que claramente no les corresponde, y en medio del escándalo que involucra a funcionarios con evidente connivencia política al facilitar e implementar el entramado administrativo necesario, el gobierno provincial apela a gacetillas de prensa atribuyéndose una acción que fue realizada por el Ministerio de Defensa de la Nación para «suavizar» las responsabilidades políticas de este vergonzoso hecho que no deja lugar a dudas de la complacencia y hasta la obscena complicidad.

Río Grande 28 de agosto – En un intento sumamente urgente por atribuirse una acción que evidentemente no les pertenece, y en medio del escándalo que implica a funcionarios con una connivencia política evidente al facilitar e implementar el complejo entramado administrativo requerido, resulta innegable que la colocación del radar en Tolhuin por parte de la empresa Leolabs no deja espacio para dudas respecto a la complicidad complaciente, incluso rozando lo obsceno.

Este ejemplo pone de manifiesto la situación alarmante tal como la ha descrito el Ministerio de Defensa de la Nación. Se trata de dos funcionarios clave dentro de la administración Melella, cuyo rol se torna aún más preocupante tras las declaraciones del Ministerio.

Uno de estos funcionarios es Andrés Dachary, cuyas declaraciones dejan al descubierto el profundo conocimiento desde el primer dia, que la administración posee acerca de los pasos seguidos por la empresa inglesa Leolabs para establecer una estación terrena cerca de la ciudad de Tolhuin y que nunca denunciaron en cambio siempre intentaron justificar el accionar del Gobierno Provincial con excusas que todavía perduran y que fueron desbaratadas una por una por el Ministerio de Defensa Nacional.

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Lo que agrava la situación es que Dachary, en este contexto crítico, ahora encuentra apoyo por parte de otra funcionaria clave. Esta última ha llevado a cabo una aprobación veloz del estudio de impacto ambiental en Tolhuin, lo cual ha sorprendido a todos, en especial considerando que no obtuvo el consentimiento del Intendente Daniel Harrington. A pesar de estos hechos alarmantes, resulta impactante observar cómo esta funcionaria muestra una actitud de total convicción de que nada relevante ha ocurrido en el proceso. Actúan como si no tuvieran la obligación de brindar explicaciones, sorteando hábilmente su responsabilidad como funcionarios en medio de esta situación crítica, tal como ha sido denunciada por el Ministerio de Defensa de la Nación.

“El objetivo es el monitoreo de la basura que se encuentra en la órbita”

En diversas entrevistas concedidas a medios provinciales, el Secretario de Malvinas, Atlántico Sur y Antártida, así como Asuntos Internacionales, Andrés Dachary, expresó con firmeza que la estación terrena no guarda relación alguna con actividades de espionaje u observaciones militares. Estas afirmaciones se contraponen enérgicamente a argumentos que fueron sólidamente refutados por el contundente informe presentado el 9 de Julio de este año por el Teniente General del Ejército y el Comando Conjunto Paleo. Este informe no sólo desacredita dichas afirmaciones, sino que también pone al Secretario del Gobernador Melella en una posición comprometida.

Al respecto, en varios artículos periodísticos y radiales Dachary afirmaba que “este es un proyecto que tiene bastante tiempo y que está vinculado a la actividad que realiza la estación astronómica de Río Grande. Esta trabaja con distintos proyectos de distintos países, como puede ser Estados Unidos, China, Alemania y todos aquellos países que administran programas espaciales”.

“Puntualmente esta iniciativa tiene como objetivo el monitoreo de la basura que se encuentra en la órbita. Una empresa privada vende su servicio de información a distintos programas espaciales que lo requieran”, detalló Dachary en FM del Pueblo de Río Grande lo que quedó claramente desmentido por el Informe del ministerio de defensa de la Nación.

Asimismo, valoró que “la intervención de la Provincia tiene que ver con la aprobación de las cuestiones ambientales porque se trata de la instalación de una antena cerca de la ciudad de Tolhuin. Este proyecto depende de la Universidad Nacional de La Plata, ellos son los que coordinan la actividad de la estación astronómica que hay en la ciudad y quienes acercan estas iniciativas para la instalación de estos radares”. Este punto también fue desmentido categóricamente por el Ministerio de defensa de la Nación en su informe.

En la misma línea, comentó que “el atractivo de instalar el radar en Tierra del Fuego es porque acá se producen órbitas polares y es una zona de confluencia de la mayor cantidad de satélites de esas características”.

“En ningún momento se presentó este proyecto con fines militares, tiene que ver con la participación de distintas instituciones del campo de la ciencia y de las comunicaciones”, afirmó el Secretario de Malvinas y Asuntos Internacionales.

Además, precisó que “todas las carpetas técnicas y proyectos que se presentaron a través de las áreas destinadas, tienen como objetivo un fin científico. No obstante, por la trascendencia de la importancia, puede ameritar una revisión de las distintas áreas intervinientes”. Lo que subyace en las afirmaciones de Andrés Dachary es la siguiente,

¿Por qué si tenían conocimiento de la existencia del proyecto el ejecutivo provincial no dio una alerta temprana al ministerio de Defensa sabiendo que las leyes de defensa así lo indican mas aún en un punto estratégico geopolítico como siempre afirman?

Finalmente, comentó que “el Ministro de Defensa, Jorge Taiana y distintos Ministerios de la Nación, estaban en conocimiento de esta iniciativa. Aún no hemos recibido formalmente la resolución que emitieron, pero nos parece muy sano su intervención para la tranquilidad de todos”.

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Vale la pena dedicar un apartado especial al Ministerio de Producción y Medio Ambiente de la provincia, el cual logró agilizar de manera extraordinaria la evaluación del estudio de impacto ambiental destinado a la empresa Leolabs. La cabeza al frente de este ministerio es la Ministra Sonia Castiglione, quien parece mantener un completo hermetismo frente al escandaloso suceso de magnitudes insospechadas.

Recordemos que en tiempo récord, la cartera de ambiente, aprobó el estudio de impacto ambiental y la obra sin el permiso ni la autorización del Intendente de la ciudad de Tolhuin Daniel Harington que procedió a la clausura de la obra.

En medio de la controversia, se han presentado múltiples solicitudes de informes, banderazos, peticiones de clarificaciones ante la legislatura y hasta requerimientos de juicio político bajo cargos de traición a la Patria.

La investigación de este «evidente error» por parte de numerosos funcionarios tanto provinciales como nacionales es de una magnitud raramente vista en la historia de la provincia. Este asunto presenta características sorprendentes que abarcan desde Diputadas nacionales con familiares directamente involucrados en los directorios de empresas británicas, como es el caso de la diputada Mabel Caparros, hasta Secretarios y Ministros de la administración que, debido a su inacción u omisión, podrían estar sujetos a los artículos más graves de la constitución provincial y nacional.

Estos artículos contemplarían desde solicitudes de desafuero y destituciones por incumplimiento grave de los deberes como funcionarios, hasta procesos de juicio político. Lamentablemente, muchos de estos individuos parecen no estar completamente conscientes de la gravedad de la situación actual. Minimizan, menosprecian e incluso demuestran un claro desinterés por el tema. Esto deja a los veteranos de Malvinas en una posición de completa soledad y a nuestro pueblo en ausencia de la defensa de los intereses fueguinos poniéndonos en riesgo militar innecesario e irresponsable.

Resulta particularmente desconcertante observar cómo el gobierno, que constantemente enfatiza la defensa de la soberanía sobre Malvinas, el Atlántico Sur y la Antártida, parece, en la práctica, favorecer los intereses de la corona británica y el imperio inglés, en conjunto con sus aliados estadounidenses. En verdad, es una situación vergonzosa y decepcionante.

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